lunes, 6 de junio de 2016

Galeria






Análisis de un mural

Fue realizado por iniciativa del arquitecto Carlos Obregón Santacilia, su ubicación original era el restaurante Versailles del Hotel del Prado hasta que este fue dañado por el terremoto de México de 1985, posteriormente fue restaurado y trasladado en 1987al Museo Mural Diego Rivera,especialmente creado para albergar esta obra . El mural representa al artista de niño de Diego Rivera (Autor) paseo en la Alameda Central acompañado de aproximadamente 150 personajes emblemáticos de 400 años de la Historia de México.
La figura central es La Catrina, con una golilla de plumas que evoca a Quetzalcóatl, del brazo de José Guadalupe Posada y de la mano de Diego Rivera. Detrás de Diego, Frida Kahlo sostiene en su mano el símbolo del yin y yang.
El sector izquierdo ilustra la conquista, la época colonial, la independencia, la invasión norteamericana y la intervención europea. Aparecen Hernán Cortés, fray Juan de ZumarragaSor Juana Inés de la Cruz, el Virrey Luis de Velasco y Castilla, el emperadorMaximiliano con su esposa Carlota y Benito Juárez, entre otros.
El sector derecho evoca los movimientos campesinos, la lucha popular y la revolución. En el sector aparecen Porfirio DíazFrancisco I. Madero y Emiliano Zapata.
También aparecen representados José MartíManuel Gutiérrez Nájera y Ricardo Flores Magón, entre muchos otros.
The Kid - Diego Rivera.jpg

Obras destacadas

Palacio Nacional: en el cubo de la escalera principal del Patio Central, a lo largo del corredor norte y en un pequeño tramo del corredor oriente del primer piso del mismo patio, los murales pintados al fresco por Diego Rivera entre 1929 y 1935 abarcan 275 metros cuadrados con La Historia de MéxicoEl mundo de hoy y mañana y El antiguo mundo indígena.

Mural de Diego Rivera en el Palacio Nacional.




Escuela Nacional Preparatoria: murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco, Fermín Revueltas, Fernando Leal, Ramóm Alva.

Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec: murales de Juan O'Gorman, David Alfaro Siqueiros, Jorge González Camarena.

Representantes del muralismo mexicano

Juan O'Gorman

·         El arquitecto Juan O'Gorman también realizó murales. Los más destacados son los de la habitación «Independencia» en el Castillo de Chapultepec. En la escalera principal se encuentra en enorme mural que representa las etapas de la historia más representativas del país y que incluye un centenar de personajes importantes como fueron: Cuauhtémoc, Moctezuma, Hernán Cortés, Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Porfirio Díaz, Emiliano Zapata, y Francisco Villa Frida Khalo entre otros.

Diego Rivera(1886-1957)



·  Trabajó durante un tiempo en Europa y fue amigo de Picasso y de Modigliani entre otros. A su regreso a México, buscó el influjo del arte maya y azteca, interesándose también por las artes populares. En sus murales recrea la cultura prehispánica y trata de responder con su carácter populista a las necesidades de las masas.

David Alfaros Siqueiros


Nació el 29 de diciembre de 1896 en Santa Rosalía (hoy Ciudad Camargo), Chihuahua (México). Cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de México y en la escuela de Santa Anita de esta ciudad. En 1914 se incorporó a la Revolución Mexicana, alcanzando el grado de coronel en el Ejército Constitucionalista.
Tomó parte en el renacimiento de la pintura al fresco efectuada bajo el patrocinio gubernamental de las decoraciones murales en edificios públicos. Fue uno de los tres grandes del muralismo mexicano junto con José Clemente Orozco y Diego Rivera. Residió en París, Barcelona y Estados Unidos. A su regreso, organizó el sindicato de pintores, escultores y grabadores revolucionarios. Formó parte del Partido Comunista Mexicano y fundó el periódico El Machete. 
Le concedieron el Premio Nacional de Arte de México y el Premio Lenin de la Paz. Falleció en Cuernavaca el 6 de enero de 1974. 

José Clemente Orozco (1883 1949):



 Realizó numerosos murales en edificios públicos, con un impetuoso estilo narrativo que va de lo patético a lo trágico, del realismo al simbolismo, siempre dentro de la más estricta orientación mexicanista.

Muralismo mexicano

El muralismo mexicano fue uno de los fenómenos más decisivos de la plástica contemporánea iberoamericana y sus principales protagonistas fueron Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. A partir de 1930 el movimiento se internacionalizó y se extendió a otros países de América.
El impulsor de este movimiento fue José Vasconcelos, filósofo y primer secretario de Educación Pública de México quien, tras la Revolución, pidió a un grupo de artistas jóvenes revolucionarios que plasmaran en los muros de la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México la imagen de la voluntad nacional.
Los artistas tenían total libertad para elegir los temas y mostrar un mundo nuevo sobre las ruinas, la enfermedad y la crisis política surgida tras la Revolución. Influidos por el rico pasado precolombino y colonial, los muralistas desarrollaron un arte monumental y público, de inspiración tradicional y popular, que ponía fin al academicismo reinante, exaltando su cultura y origen precortesiano.
En 1923 el muralismo se volvió muy conocido dentro y fuera de México. “Los tres grandes” David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco continuaron pintando con los fondos del Departamento de Educación José Vasconcelos hasta que fue él sustituido por José Manuel Puig Casauranc, quien continuó apoyando solamente a Diego Rivera.

Muralismo

El Muralismo es un movimiento artístico iniciado en México a principios del siglo XX, creado por un grupo de intelectuales pintores mexicanos después de la Revolución Mexicana, reforzado por la gran depresión y la primera guerra mundial. El deseo por una verdadera transformación aumentó y se comenzaron a hacer demandas más radicales, que buscaban una revolución social, política y económica. Los mestizos, la clase media y baja se unieron contra Porfirio Díaz.

El Muralismo es un movimiento artístico de carácter indigenista, que surge tras la Revolución Mexicana de 1910 de acuerdo con un programa destinado a socializar el arte, y que rechaza la pintura tradicional de caballete, así como cualquier otra obra procedente de los círculos intelectuales.

Propone la producción de obras monumentales para el pueblo en las que se retrata la realidad mexicana, las luchas sociales y otros aspectos de su historia.